cine de compromiso

nos asomamos a la ventana indiscreta del cine y no vemos más recobeos que una ínsula de mares muertos por donde los guiones pasan de puntillas y un "oh que mal suena" se le escapa a uno enfundado en una butaca. Tanto cuesta imaginar un dialgo convincente?
pues sí. cuesta. cuesta mucho, mucho más que una simple transcripción de una conversación cogida al vuelo en un transporte público.

-así que usted vuelve a casa
-sí
-de trabajar
-ahá
-porque no me mira a los ojos?! le doy miedo!?

la chica se baja corriendo en la parada que no le toca mientras el corazón le late, por fin, después de tantos años un poco más rápido.