miércoles, noviembre 26, 2008

no me voy habituando a esta última tendencia en el cine en que los finales ya no són previsibles. Sobre todo en las mal llamadas "de acción".
Antes, cuando TODO era mucho mejor, cuando empezaba una película uno ya sabía quien del grupo infiltrado en la retaguardia enemiga para rescatar a mujer rubia exhuberante con poca ropa, sudada tipo miss camiseta mojada, y tacones altos, iba a sobrevivir y quien no.
Y eso estaba bien. Uno podía ir al baño sin miedo a perder el hilo argumental. Con preguntar si tal ya lo habían liquidado era suficiente para rehubicarse again.
Lo mejor, eran esas escenas finales en las que en el último eslabón, en la última acción, en el último instante, cartucho, bomba, trampa, el amigo fiel le dan por la espalda con traición y nocturnidad y alevosía, y lo que és peor! sin avisar antes(que ruines por dios!!!). esas escenas tan tiernas, en las que el amigo perece en manos del prota. En el fondo está pensando porque a mi y no a este cabrón, pero lo que le sale del corazón es pedirle que cuide de su caniche que lo olvidó en casa sin vívere alguno. bueno, pues en fin que ya debe estar muerto no?. Pues no porque los caniches tienen un sistema de regugitación que pueden vomitar más de quinientas veces lo que han comido la ultima vez y comerlo otra y otra vez...y allí en medio de la explicación muere. y es una lástima porque era realmente interesante lo que contaba de los caniches.


en fin señores que esto ya no es lo que era.


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1 comentario:

Melpómene dijo...

Jjjjajaaa, hacía timepo que no me pasaba por aquí, pero me iré poniendo al día -cómo he podido pasar sin MM estas semanas!!!- Besos!!