vuelven los publireportajes.
en la televisión belga se empiezan a ver con mucha asiduidad los famosos publirepotajes que hace tiempo tuvieron su momento de gloria. Con una estetica muy poco cuidada, como salida de una pelicula del Dogma, ahora vuelven a la carga haciendo enfasis en estas caracteristicas e incluso acentuandolas.
Así pues un publireportaje sobre barritas de merluza, aparece un antiguo directivo de la empresa de unos 80 años explicando como fue la fiesta de despedida que la empresa le brindó cuando se jubiló.
Como conoció allí su actual esposa, como se enamoraron solo al verse, como pasó ya esa noche con ella, y el traumatico divorcio con su ex mujer que la olvidó en la fiesta recogiendo todos los regalos que le habían hecho.
7 comentarios:
pues menuda merluza la ex-mujer...
¿Y todo eso para vender barritas de merluza? Estoy confusa...
humo; a mi me ha dado pena, creo que todos en algun momento nos hemos sentido igual.
nostak; yo no sé si usted siempre busca alguna excusa para hacer un trago...vigile...
isthar; yo tambien, le confieso que a medida que voy avanzando en este blog más confuso me siento...
no no si no lo digo con desprecio. Yo soy la MERLUZA NUMBER ONE.
lou; que más podría pedir hoy que salir por la puerta del bar con el capitan pescanova de su brazo...
humo; todos hemos sido algo merluzos. al menos nos ha servido para saber nadar...
Qué quiere usted? Los jubilados belgas es lo que tienen. Por cierto, los regalos de la fiesta, los repartió el juez? Y las cajas de barritas de merluza que le tocaban por cada año trabajado?
srta. Velouria; usted desde que tuvo en casa a ese entrañable abuelete que se hacía pasar por hergé que tiene cierta condescendencia con los ancianos belgas. Y mire que el hombre dibujaba mal...todavía tengo un dibujo de tintin que algún dia voy a postear. Pero como se lo pudo creer...
en cuanto a los regalos, pues bien, el tema es que la mujer hace poco hizo un mercadillo delante de su casa vendiendo todos los enseres de su ex.
Por cierto se ve que hubo una intoxicación por mal estado de las barritas en la fiesta, y lo que tuvo que ser una noche romantica entre los dos amantes se convirtió en una sesión de bondage escatologico con vomitos y diarreas. el caso es que les gustó el tema y así hasta hoy, la mar de felices comprando alimentos caducados.
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