"nosotros ya avisamos que pasaría" este comentario que se oye cada vez que hay una desgracia, se volvió a oir este martes pasado.
Una entreñable abuelita de 87 años, ante la imposibilidad de mover las bombonas de butano, las lanzaba desde el balcón que tenía justo al lado de la cocina.
Los vecinos habían avisado de los peligros que eso conllevaba, pero tanto la asistenta social que se negaba a hacer trabajos de limpieza y por tanto a sacar la bombona, como los mismos recogedores de bombonas que ya les iba bien el sistema nunca denunciaron la situación esto se fue perpetuando hasta convertirse en una escena habitual en el barrio.
El contratiempo se sobrevino cuando un transeunte, que nunca había pisado antes el barrio, ageno a esta costumbre pasó justamente por debajo del balcón cuando la abuelita tiraba la bombona.
Muchos vecinos denuncian la pasividad de los recogedores de butano cuando vieron al peatón pasar por debajo el balcón.
"que costaba decirle algo?" se preguntaban muchos.