En bosnia, una vez superada la guerra y establecidos ya todos los servicios de primera necesidad, empiezan a renacer inquietudes culturales.
Se abren museos, exposiciones, concursos literarios, y en cuanto al teatro está experimentando un empuje sin precedentes. Se han creado muchas compañías sin tan siquiera ayudas oficiales sólo con imaginación y esfuerzo.
Esto es lo que ha aplicado una compañía amater que exibe sus funciones en casas parcialmente destruidas.
En esos hogares en que la guerra los seccionó lateralmente quedando a la vista la mitad interior de las habitaciones, los actores desarrollan el espectáculo.
"nos ahorramos mucho atrezzo" confirmó el director de dicha compañía.